¿Qué afecciones médicas califican para recibir los beneficios por discapacidad del Seguro Social?
Todo tipo de problemas de salud pueden hacer que califique para obtener la Seguridad de Ingreso Suplementario (Supplemental Security Income, SSI) o el Seguro por Discapacidad del Seguro Social (Social Security Disability Insurance, SSDI). La regla principal es que su discapacidad o problema de salud le afecte a largo plazo. También debe impedirle trabajar a tiempo completo en un empleo estándar (un empleo que no se ajusta específicamente a una persona con discapacidad). Entonces, no se trata solo del diagnóstico, sino de la manera en que le afecta.
Si puede responder “sí” a todas estas preguntas, es probable que tenga una discapacidad que califica.
- ¿Algún médico, enfermero practicante o asistente médico diagnosticó su afección?
- ¿Acude con regularidad con un profesional médico debido a su afección?
- ¿El profesional médico considera que su afección durará más de un año o que podría provocarle la muerte?
- ¿Su afección le impide trabajar en un empleo a tiempo completo?
- Ejemplos de discapacidades que califican
- Cómo mejorar sus probabilidades de recibir los beneficios
- Conclusión
Ejemplos de discapacidades que califican
- Cáncer: esta es una enfermedad complicada que puede dificultar trabajar, incluso hacerlo imposible.
- Enfermedades autoinmunes: estas son enfermedades en las que el sistema de defensa del cuerpo ataca las partes de su cuerpo. Algunos ejemplos incluyen el lupus y la artritis reumatoide.
- Trastornos de salud mental: problemas como la depresión grave o la ansiedad pueden dificultar mucho hacer las actividades cotidianas, lo que incluye trabajar.
- Problemas cognitivos: estos incluyen problemas que implican pensar o recordar debido a enfermedades como el alzhéimer.
- Trastornos musculares y óseos: también pueden calificar afecciones que hacen que moverse sea doloroso o difícil, como dolor de espalda intenso o huesos rotos que no sanan correctamente.
- Lesiones cerebrales: las lesiones del cerebro pueden provocar cambios en la manera de pensar, sentir y moverse de una persona.
- Pérdida de visión o ceguera: no ver bien para trabajar puede hacer que una persona califique para recibir los beneficios.
Recuerde que no solo se trata de los nombres de sus enfermedades o afecciones médicas. Se trata también de la manera en que le afectan y le impiden trabajar. Si no puede trabajar a tiempo completo debido a sus problemas de salud, los beneficios por discapacidad del Seguro Social podrían ser una opción para usted.
Cómo mejorar sus probabilidades de recibir los beneficios
Si usted o alguien que conoce está pensando en solicitar estos beneficios, le damos algunos consejos:
- Siga yendo al médico: las revisiones regulares son muy importantes. Ayudan a demostrar que su problema de salud es real y grave.
- Sea sincero con su médico: asegúrese de que su médico sepa cómo su salud afecta su vida. Esto le ayuda al médico a escribir informes precisos.
- Documente todo: conserve todos los registros médicos, notas de las visitas al médico, resultados de las pruebas y cualquier otra cosa que demuestre cómo el problema de salud afecta su trabajo. Si su condición cambia con el tiempo, considere llevar un diario o calendario donde registre sus síntomas día a día.
¿Qué pasa si no ha acudido con su médico de manera reciente? Algunas veces, las personas dejan de recibir atención médica porque sus problemas de salud no mejoran. Sin embargo, tener registros médicos recientes es importante para los reclamos de la SSI y del SSDI. Si ha pasado un tiempo, comience a ir de nuevo. Asegúrese de acudir con regularidad con su médico, enfermero practicante o asistente médico.
Conclusión
Obtener los beneficios de la SSI o del SSDI puede ser de gran ayuda para las personas que no pueden trabajar debido a un problema de salud. La clave es entender que se trata de la manera en que el problema o los problemas de salud afectan su capacidad para trabajar, y no solo del nombre de su problema de salud. La atención médica regular, la comunicación honesta con los proveedores de atención médica y una buena documentación son sus mejores herramientas para una solicitud exitosa.
Recuerde, si usted o alguien que conoce está lidiando con un problema de salud que le imposibilita trabajar, considerar solicitar la SSI o el SSDI puede ser una decisión inteligente. Se trata de obtener el apoyo que necesita durante un momento difícil.